ARES

Ares, sintesis y renovación / Odette Bello


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... Su nombre constituye una mención imprescindible si se trata el humor gráfico cubano en los últimos cincuenta años, no sólo debido a la presencia constante de sus imágenes en la prensa escrita cubana durante casi tres décadas y por los numerosos premios de que ha sido merecedor; sino también por su labor como aglutinador y promotor de los caricaturistas de nuestro país, por la producción de conocimiento sobre la historia del humor gráfico en Cuba y por su amplia actividad que tributa al reconocimiento de esta manifestación como expresión artística. Hace un humor gráfico que podría calificarse de conceptual, evita el uso de textos y sabe aprovechar la polisemia de las imágenes. Su apropiación de íconos universales de las más diversas procedencias facilita la comunicación con el espectador y la manera de asumirlos plásticamente está marcada por la experimentación y rompe con el lenguaje del dibujo de humor tradicional...

...Justamente ese espíritu insatisfecho en la creación artística ha llevado a Ares a nuevos medios de expresión. Prefiere el acrílico sobre el óleo, acaso por el hábito de la inmediatez que le ha dejado el ejercicio como caricaturista, y  ha ganado en el dominio del lienzo cada vez de mayores dimensiones. Su incursión en la pintura ha seguido dos caminos. Uno más derivado al humor gráfico, pero que paulatinamente se ha alejado del “chistecito”, como él mismo llama a esas representaciones muy cercanas al lenguaje del humorismo gráfico, o a aquellas escenas satíricas de la realidad cubana. Cada vez se centra con mayor tino en las imágenes que poseen más plasticidad, que podemos colocar en las fronteras (in)existentes entre la pintura y la caricatura. Estas piezas generalmente surgen en una cartulina de pequeñas dimensiones y al ser llevadas a la pintura no sólo ganan en tamaño, sino también en cuanto a la expresividad aprovechando las texturas, el color; con un rigor y una minuciosidad que crecen en el aprendizaje y el ejercicio constante que se debate entre el disfrute y la angustia de la creación. Estas se incluyen en esa vertiente del arte cubano contemporáneo que se regodea en el carácter lúdico de las piezas, en la jocosidad del discurso, en el choteo que caracteriza nuestra cultura, que convierte al espectador en cómplice...
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Así Ares (re)crea su universo, en el oficio múltiple de psiquiatra-caricaturista-ilustrador-pintor-promotor. La incursión en cada una de las manifestaciones, técnicas y formatos es evidencia de su apuesta por el aprendizaje constante. La mirada acusiosa al mundo contemporáneo, el uso del ingenio para evitar el anquilosamiento, la fe en el ser humano distinguen su obra y su pensamiento. La tradición artística cubana que adereza la reflexión con el humor encuentra en su poética síntesis y renovación.

Revista Arte cubano, No 1, 2013, Cuba